El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo ayer balance en La Moncloa de los ocho primeros meses de legislatura. Un curso político que, como el presidente afirmó, no tiene precedentes en cuanto a la actividad política y reformista en toda la democracia.
Durante su comparecencia, Mariano Rajoy se refirió a la salida de la crisis como "un objetivo nacional", y animó a trabajar todos juntos para conseguir una salida justa y lo más rápida posible. Además, enumeró las tres causas principales de la situación que vive nuestro país, que no son otras que el déficit, la falta de competitividad y el endeudamiento del sistema financiero. Tres problemas para los que el Gobierno ha puesto en marcha las reformas necesarias para solucionarlos.
Reformas como la laboral, de la que dijo que "será un instrumento de primer orden para crear empleo y para evitar la destrucción en época de vacas flacas", y de la que los jóvenes somos los principales beneficiados. Tampoco quiso dejar pasar la ocasión para referirse al "enorme esfuerzo" llevado a cabo por las CCAA y el Gobierno central para reducir gasto. Una obligación que, tal y como afirmó el presidente, "afecta a todas las Administraciones Públicas".
España ha vivido muchos años de desidia y desgobierno socialista, la situación no es fácil, pero el Gobierno del Partido Popular está decidido a solucionarlo.
"Salir de la crisis es una tarea muy grande, pero no imposible, es muchísimo más llevadera si todos nos comprometemos”, afirmó Mariano Rajoy.
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