Cada pleno que se celebra, los concejales y concejalas del PSOE de Arganda del Rey dejan patente tanto su división interna como los graves problemas que sufren en su organización desde que su actual portavoz fuera elegida secretaria general de los socialistas de nuestra ciudad.
Un enfrentamiento interno, y una ostensible preocupación de determinados cargos socialistas por acceder a cotas más altas de poder dentro de su organización, que ha desplazado por completo a lo que es la obligación de todos y cada uno de los cargos públicos elegidos democráticamente por los vecinos y vecinas: el servicio a los ciudadanos y ciudadanas de Arganda del Rey.
Como concejales de la oposición, tienen el deber de ejercer con rigor y seriedad su labor de control al Gobierno Municipal, que es para lo que fueron elegidos por los argandeños, aunque bien es cierto que con un apoyo notablemente inferior al de las elecciones anteriores. Un récord negativo que la señora Moreno parece dispuesta a batir en la siguiente cita electoral, y va camino de ello.
Su falta de ideas y propuestas es preocupante, sustituida ya desde hace muchos años por la continua mentira y difamación hacia el Equipo de Gobierno, y ahora además por el traslado de sus peleas internas desde su sede local a las instituciones de nuestro municipio de las que forman parte.
Una falta de ideas que han sustituido también por la deslealtad a los órganos municipales a los que pertenecen, como el Consejo de Desarrollo Local o el Consejo de la Mujer, donde las decisiones adoptadas, caracterizadas por el consenso de los integrantes, son tomadas como propias por el Grupo Socialista y utilizadas partidistamente, provocando el malestar entre las diferentes asociaciones, partidos políticos, sindicatos y empresarios que forman parte de cada una de ellas.
No se ha cumplido todavía el Ecuador de la legislatura, y en el PSOE de Arganda han olvidado al vecino para pasar a pelearse por quién ocupará su candidatura a las próximas elecciones, e incluso por quien terminará esta legislatura como concejal. Un flaco favor a la institución de la que forman parte y a todos y cada uno de los argandeños y argandeñas.a
