Era el año 2004 cuando los jóvenes todavía podíamos trabajar, estudiar, o las dos cosas a la vez. Algo más importante todavía, el PP aprobaba una nueva ley de educación. Parecía que el panorama para los jóvenes era de lo más esperanzador. El país crecía económicamente y teníamos capacidad de influencia en los órganos internacionales más importantes.
Todo esto cambió con la llegada a la Moncloa de Zapatero. El paro juvenil es ahora más del doble que cuando Aznar dejó el Gobierno. Prácticamente uno de cada dos jóvenes que quieren trabajar no pueden hacerlo.
Lo primero que hizo fue derogar la Ley de Educación aprobada por el Gobierno de Aznar. Es importante destacar que todas las leyes educativas que hemos tenido vigentes en democracia han sido leyes socialistas. Leyes que han demostrado que no sirven para fomentar la motivación, el estudio o el esfuerzo; y lo que es más importante, no sirven para que los jóvenes seamos competitivos y nos podamos medir con los jóvenes de Inglaterra, Francia o Alemania, que en la realidad europea en la que vivimos es sin duda de lo más importante. Que las generaciones venideras estén mejor preparadas y puedan competir en igualdad de condiciones con los demás países europeos, significará un país más fuerte y próspero, sin duda, en el futuro.
Esto no lo decimos solo nosotros, que también. Lo dice el Informe PISA publicado por la OCDE, que pone a España a la cola en Educación. Nada nuevo, por desgracia.
Las políticas para jóvenes deben de ser una pérdida de tiempo para nuestro Presidente del Gobierno. No cree en los jóvenes. El problema es que esa dudosa convicción personal perjudica a todo un país, ya que somos la primera generación que, según los analistas, se cree que vivirá peor que sus padres. Algo intolerable.
Los jóvenes españoles empiezan a salir fuera porque aquí no tenemos oportunidades. Una señal preocupante, si de la actual crisis económica queremos salir.
Zapatero, no queremos que nos mantengas a base de subsidios. Queremos que fomentes el empleo, el emprendimiento y la educación de calidad. Si todo esto no está entre tus objetivos, dínoslo claramente. Si el problema es que no sabes hacerlo, deja paso a los que sí que saben. Si no quieres, convoca elecciones. Que los ciudadanos elijan. Ya sabes, la esencia de la Democracia.
Nuestro Estado de Alarma no es de hace una semana...
Al Señor Zapatero decirle, que los jóvenes somos el futuro del País, pero es evidente, que a él no le ha importado nunca el futuro de nuestro País. Deje que otros hagan lo que usted no sabe hacer y convoque elecciones.
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