Durante su primera legislatura no dejó de utilizar lo que el decidió en llamar "talante". Gobernaba a base de diálogo, según él, con todas las fuerzas políticas. Si hacía otra cosa daba igual, era también "talante". Puso de moda esta palabra tan en desuso por aquel entonces. Sonaba bien y parecía significar algo no demasiado malo.
La cosa de unos años a esta parte ha cambiado totalmente. De ese talante que él mismo se autoproclamaba hemos pasado a todo lo contrario. Probablemente uno de los presidentes del gobierno más autoritarios de nuestra democracia, si no el que más. Ha sido el presidente que más decretos-ley ha aprobado y ha recuperado la potestad para vetar en el Parlamento las propuestas de la oposición, que se encontraba inactiva desde la época de Felipe González.
Los decretos-ley son una forma de gobernar para asuntos de urgencia, según recoge la Constitución española. Pese a esto, el ejecutivo socialista lo ha utilizado para todo tipo de asuntos y materias y en ocasiones en los que no eran necesarios.
Desde que ZP es presidente, se han aprobado 87 decretos y 79 vetos a propuestas de la oposición. Preocupante cuanto menos. A estas iniciativas con rango de ley que deben ser convalidadas por el Parlamento, hay que sumar los reales decretos que aprueban los ministerios.
La ayuda de los 420 euros y la nueva normativa de la TDT han sido materias reguladas por decreto. Para terminar, el Estado de Alarma.
Fácil resumen: Incapacidad.
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